1 Tesalonicenses 3:1-10
Así que, cuando no pudimos soportar más, decidimos quedarnos solos en Atenas, y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y siervo de Dios en el evangelio de Cristo, para fortaleceros y animaros en vuestra fe, para que ninguno de vosotros sea engañado a abandonar la fe a causa de estas aflicciones, porque... [ Seguir leyendo ]