Que sean los diáconos Dado que mencionó esposas, establece el mismo mandato sobre los diáconos que antes sobre los obispos; a saber, que cada uno de ellos, satisfecho con tener una sola esposa, dará el ejemplo de un padre casto y honorable de una familia, y mantendrá a sus hijos y a toda su casa bajo una disciplina sagrada. Y esto refuta el error de aquellos que entienden que este pasaje se refiere a los empleados domésticos. (65)

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