4. Por mucha aflicción, aquí presenta otra razón con el fin de suavizar la dureza que había empleado. Para aquellos que sonríen deleitándose al ver llorar a otros, en la medida en que descubren así su crueldad, no pueden ni deben ser soportados. Paul, sin embargo, declara que su sentimiento era muy diferente. "La intensidad del dolor", dice él, "me ha extorsionado todo lo que he escrito". ¿Quién no disculparía, y tomaría en buena parte lo que surge de tal temperamento mental, más especialmente porque no fue por su propia cuenta o por su propia culpa, que sufrió dolor y, además, no da rienda suelta a su dolor, con el fin de iluminarse al cargarlos, sino más bien, ¿con el propósito de mostrarles su afecto? En estas cuentas, no se convirtió en los corintios para ofenderse por esta severa reprensión.

Añade lágrimas, que, en un hombre valiente y magnánimo, son una muestra de dolor intenso. Por lo tanto, vemos de qué emociones de la mente deben proceder necesariamente las amonestaciones y reprensiones santas y piadosas. Porque hay muchos reprobadores ruidosos que, al declamar, o más bien, fulminar contra los vicios, muestran un sorprendente ardor de celo, mientras que, mientras tanto, están tranquilos en su mente, (316) para que parezca que ejercitan la garganta y los costados (317) a modo de deporte. Sin embargo, es parte del pastor piadoso, llorar dentro de sí mismo, antes de llamar a otros a llorar: (318) sentirse torturado en reflexiones silenciosas , antes de que muestre alguna muestra de disgusto; y mantener dentro de su propio seno más dolor, que el que causa a los demás. También debemos prestar atención a las lágrimas de Paul, que, por su abundancia, muestran ternura de corazón, pero es de un carácter más heroico que la dureza de corazón de hierro de los estoicos. (319) Por más tiernos que sean los afectos del amor, tanto más loables son.

El adverbio más abundantemente puede explicarse en un sentido comparativo; y, en ese caso, sería una queja tácita: que los corintios no hacen un retorno igual con respecto al afecto, en la medida en que aman, sino con frialdad por quienes son amados ardientemente. Sin embargo, lo considero de una manera más simple, lo que significa que Paul elogia su afecto hacia ellos, a fin de que esta seguridad pueda suavizar cada cosa de dureza que pueda haber en sus palabras.

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