16. Y recogerás todo su botín. Se les ordena que quemen todos los muebles y todo lo que se encuentre en la ciudad; y la razón está subjunta, porque está maldita (anatema) Si alguna ciudad fuera tomada en guerra, todo lo que Dios ordena que se queme se contabilizará como un botín, ya que los judíos se contaminarían por su propio toque. De hecho, podría ser que la intención de Dios fuera obviar la codicia, para que los judíos no mezclen su celo con el rapine; pero la razón principal fue la que Moisés expresa, para que la gente esté más acostumbrada a detestar el crimen, que vieron que Dios castigaba tan cruelmente. La palabra חרם, cherem, que los griegos han traducido anatema, (64) significa propiamente destrucción o abolición; pero lo que Dios habría aniquilado, porque no puede soportar verlo, se llama חרם, delante de él. Por eso se dice: "Lo quemarás al Señor tu Dios"; porque la traducción que algunos dan, "para (apuntalar) al Señor", no es del todo literal. En resumen, si temen la venganza de Dios por sí mismos y desean propiciar su favor, deben mantener en ejecución las casas y propiedades de aquellos que se han rebelado contra la ley. Además, las palabras "misericordia" y "compasión" implican que si Dios tratara con la justicia absoluta, la maldad de una ciudad sería suficiente para destruir un país entero. De donde nos reunimos, se exige una especie de expiación para propiciar a Dios, cuando se les ordena por completo que destruyan la ciudad y arrojen al fuego todos los restos de ella.

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