20. Eso que es solo (131) Por una repetición enfática Dios inculca a los jueces debe estudiar la equidad con constancia inflexible; ni esto se hace sin causa, porque nada es más probable que suceda que las mentes de los hombres deberían estar nubladas por el favor o el odio. Además, hay tantas objeciones por las cuales se pervierte la justicia, que, a menos que los jueces sean muy cautelosos al mirar contra el engaño, a menudo se verán atrapados.

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