25. Así caí ante el Señor cuarenta días Nuevamente, la narración se mezcla; porque es seguro que esta oración fue ofrecida antes de que él permaneciera ayunando en el monte durante los segundos cuarenta días. Pero en la medida en que también, aún estando ansioso, continuó las mismas oraciones, no es de extrañarse que incluya en el ayuno de cuarenta días lo que se haya hecho antes. Porque no hay absurdo en suponer que después de haber obtenido la seguridad de las personas, por lo que había solicitado, todavía debería estar inquieto. Además, que este ayuno fue posterior a la oración que menciona al mismo tiempo, puede deducirse desde el comienzo del próximo capítulo, donde registra que se le dieron las segundas tablas, pero no dice una palabra del ayuno. He dicho por qué repite tantas veces su alusión a los cuarenta días, a saber, porque no habría sido suficiente simplemente interceder, a menos que hubiera seguido esta reconciliación, que obtuvo cuando recibió el nuevo pacto. El resto ya lo expuse.

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