Recuerda y no olvides cómo provocaste a ira al Señor, tu Dios, en el desierto; su rebeldía había sido un desafío constante a la ira de Dios; desde el día que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegaste a este lugar, habéis sido rebeldes contra el Señor. Fue una censura implacable, una reprimenda aguda, porque era necesario que la gente sintiera la atrocidad de su pecado, a fin de permanecer en la comunión del Señor con la debida humildad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad