5. Para que puedan creer. Este espectáculo, entonces, no fue presentado a Moisés una sola vez, sino que también se le impartió el poder de repetir el milagro con frecuencia; tanto para adquirir crédito de los israelitas como para reprimir la audacia del faraón. Porque aunque la oración es incompleta, no hay ambigüedad en el sentido, a saber, que Moisés está armado con el poder del cielo para asegurar su vocación, y que nadie puede dudar de que sea un Profeta divinamente comisionado. Sería tedioso dilatar expresamente sobre el uso de los milagros, bastar brevemente para establecer, que a veces sirven como preparativos para la fe, a veces para su confirmación. Vemos un ejemplo de ambos en la metamorfosis de la vara, por la cual Moisés estaba más animado y animado para reunir fuerzas, aunque ya creía en la promesa de Dios; pero los israelitas, que eran incrédulos e imposibles de enseñar, estaban preparados y obligados a creer. Además, el milagro abrió una puerta de fe con los israelitas, que, siendo persuadidos de su oficio profético, podrían someterse a ser enseñados; mientras él mismo fue llevado a una mayor seguridad y perseverancia. Porque aunque el Todopoderoso comienza más atrás y se refiere a la adopción de los patriarcas, y esto se calculó para sentar las bases de su esperanza de redención, aún no se deduce que estaban preparados para recibir a Moisés, hasta la autoridad de su ministerio había sido establecido Por lo tanto, he dicho, que su fe comenzó con el milagro.

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