20. El grito de Sodoma. El Señor aquí comienza a explicar más claramente a Abraham su consejo sobre la destrucción de las cinco ciudades; aunque solo nombra a Sodoma y Gomorra, que eran mucho más famosos que el resto. Pero antes de que mencione el castigo, presenta sus iniquidades, para enseñarle a Abraham que merecían ser destruidos: de lo contrario, la historia no tendería a la instrucción. Pero cuando percibimos que la ira de Dios es provocada por el pecado del hombre, nos inspira el temor de pecar. Al decir que el "clamor fue grande", (416) indica la gravedad de sus crímenes, porque, aunque los impíos pueden prometer impunidad, ocultando su males, y aunque estos males pueden ser llevados en silencio y en silencio por los hombres; sin embargo, su pecado necesariamente sonará en voz alta en los oídos de Dios. Por lo tanto, esta frase significa que todos nuestros actos, incluso aquellos de los cuales creemos que el recuerdo está enterrado, se presentan ante el tribunal de Dios, y que ellos, incluso de sí mismos, exigen venganza, aunque no debería haber ninguno para acusar.

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