10. Recibe mi presente de mi mano. Este sustantivo puede ser entendido de manera pasiva o activa. Si se entiende de forma activa, el sentido será: "Acepta el regalo con el cual deseo testimoniar mi buena voluntad hacia ti". Si se entiende de forma pasiva, puede referirse a Dios, como si Jacob hubiera dicho: "Aquellas cosas que el Señor me ha otorgado por su gracia, las comparto generosamente contigo para que puedas ser, en cierta medida, partícipe de esa bendición divina que he recibido". Pero sin insistir en una palabra, Jacob inmediatamente después afirma claramente que todo lo que posee no es fruto de su trabajo o industria, sino que lo ha recibido por gracia de Dios. Con este razonamiento, intenta persuadir a su hermano para que acepte el regalo, como si dijera: "El Señor ha derramado sobre mí abundancia, de la cual parte puede fluir hacia ti sin ninguna pérdida para mí". Y aunque Jacob habla así impulsado por las circunstancias actuales, hace una confesión sincera en la que celebra la gracia de Dios. Casi las mismas palabras están en boca de todos; pero son pocos los que atribuyen verdaderamente a Dios lo que poseen: la mayoría sacrifica a su propia industria. Apenas uno de cada cien está convencido de que todo lo bueno proviene del favor gratuito de Dios; y sin embargo, por naturaleza, este sentido está grabado en nuestras mentes, pero lo borramos con nuestra ingratitud. Ya se ha visto lo laboriosa que fue la vida de Jacob: sin embargo, a pesar de haber sufrido las mayores molestias, él celebra únicamente la misericordia de Dios.

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