11. Soy Dios Todopoderoso. Dios aquí, como en otros lugares, proclama su propia fuerza, para que Jacob pueda confiar más firmemente en su fidelidad. Luego promete que hará que Jacob crezca y se multiplique, no solo en una nación, sino en una multitud de naciones. Cuando habla de "una nación", sin duda se refiere a que la descendencia de Jacob se volverá lo suficientemente numerosa como para adquirir el cuerpo y el nombre de un gran pueblo. Pero lo que sigue acerca de "naciones" puede parecer absurdo; porque si deseamos que se refiera a las naciones que, por adopción gratuita, son insertadas en la raza de Abraham, la forma de expresión es inapropiada; pero si se entiende de los hijos por descendencia natural, entonces sería más una maldición que una bendición, que la Iglesia, cuya seguridad depende de su unidad, se divida en muchas naciones distintas. Pero me parece que el Señor, en estas palabras, incluyó ambos beneficios; porque cuando, bajo Josué, el pueblo fue repartido en tribus, como si la descendencia de Abraham se hubiera propagado en tantas naciones distintas, sin embargo, el cuerpo no se dividió por eso; se le llama una asamblea de naciones, por esta razón, porque en conexión con esa distinción aún florecía una sagrada unidad. La expresión tampoco se extiende indebidamente a los gentiles, que, habiendo sido dispersados anteriormente, son reunidos en una congregación por el vínculo de la fe; y aunque no nacieron de Jacob según la carne, como la fe fue para ellos el comienzo de un nuevo nacimiento, y el pacto de salvación, que es la semilla del nacimiento espiritual, fluyó de Jacob, todos los creyentes son adecuadamente contados entre sus hijos, de acuerdo con la declaración: "Te he constituido padre de muchas naciones".

Y reyes saldrán de tus lomos. Esto, en mi opinión, debería referirse correctamente a David y su posteridad; porque Dios no aprobó el reino de Saúl y, por lo tanto, no fue establecido; y el reino de Israel fue simplemente una corrupción del reino legítimo. Reconozco verdaderamente que, a veces, aquellas cosas que han surgido de fuentes malas se cuentan entre los beneficios de Dios; pero como aquí se habla de la bendición simple y pura de Dios, la entiendo gustosamente solo en referencia a los sucesores de David. En resumen, Jacob es constituido señor de la tierra, como único heredero de su abuelo Abraham y de su padre Isaac; porque el Señor excluye manifiestamente a Esaú de la santa familia, cuando transfiere el dominio de la tierra, por derecho hereditario, solo a la posteridad de Jacob.

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