Y Dios le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso: fructifica y multiplícate; una nación y una compañía de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus lomos;

Ver. 11. Soy Dios Todopoderoso. ] Esto apenas se convence; y, sin embargo, es la base de todo verdadero consuelo y seguridad espiritual. Somos aptos para medir las cosas de acuerdo con nuestro propio modelo, como para pensar que Dios es tan poderoso como nuestro entendimiento puede alcanzar, etc. Pero, para que una criatura finita crea en la infinita suficiencia total de Dios, no puede hacerlo completamente sin la gracia sobrenatural; ni se le puede consolar profundamente hasta que llegue a comprenderlo. No dudamos de su voluntad de hacernos el bien, hasta que, en cierta medida, dudemos de su poder para ayudar.

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