12. Y levantará una bandera a las naciones. Este verso no contiene nada más que la explicación del verso anterior. El lenguaje es metafórico y admite dos significados; ya sea que, al dar una insignia, aterrorizará a los adversarios, para que no se atrevan a evitar que su pueblo regrese, o que les dará una insignia a los miserables exiliados para no dudar en hacer los preparativos para su regreso. Pero incluso en la actualidad, esta doctrina es muy útil entre nosotros; porque como se alza una bandera en el ejército, para que los soldados puedan reunirse, y que cada uno pueda seguir y pueda mantener su lugar apropiado, entonces aquí se nos ofrece una pancarta, para que podamos reunirnos con él, a saber, el evangelio, que el Señor ha levantado entre los gentiles, por el cual Cristo nos es predicado. (188)

Y reunirá las dispersiones de Judá. Por lo tanto, debemos concluir que no podemos ser reunidos por el Señor a menos que nos congreguemos en esta bandera y nos unamos a él por fe; porque no hay otra forma en que él nos reconozca como sus ovejas, que cuando, después de haber sido dispersados, nos reunimos y nos reunimos en la misma asamblea bajo esta bandera; como él dice

Mis ovejas oyen mi voz y me siguen. (Juan 10:27.)

La palabra reunir se repite. Reunirá a los marginados de Israel, y reunirá las dispersiones de Judá. Él muestra cuán eficaz será el llamado de Dios; porque tan pronto como dé la menor indicación de que tal es su placer, restaurará a la gente. La dispersión es un sustantivo colectivo, porque significa que los judíos se dispersaron en todas las direcciones; y parece aludir, como lo hace a menudo en otros lugares, a pasajes similares en los escritos de Moisés, en los cuales el Señor promete que reunirá a la gente, aunque se dispersaron a las partes más lejanas del mundo, y a los cuatro vientos. del cielo. (Deuteronomio 30:3.) Ahora, esto se hizo bajo la dirección de Cristo. Bajo el mismo líder, en la actualidad deberíamos esperar la restauración de una Iglesia miserable y dispersa; porque no hay esperanza de reunir al remanente sino por los elegidos que buscan este estandarte. Por lo tanto, debemos llamar con frecuencia a recordar esas promesas, para que al confiar en ellas podamos fortalecer cada vez más nuestros corazones.

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