16. Oh Jehová, en tribulación te han visitado. Esto podría explicarse en relación con los hipócritas, que nunca huyen a Dios pero cuando han sido limitados por angustias y aflicciones. Pero como el Señor instruye a los creyentes también mediante castigos, como el Profeta mostró anteriormente, (Isaías 26:8), elijo referirme simplemente a ellos, para que no solo sepan que Dios los ha castigado justamente, pero que la amargura de las aflicciones también pueda ser endulzada por el buen resultado del castigo, y que puedan estar mejor instruidos en el temor del Señor, y puedan beneficiarse más y más cada día. Por lo tanto, Isaías habla en la persona de la Iglesia, que cada vez que los hombres piadosos leen esta declaración, podrían reconocer que, en medio de sus angustias y aflicciones, estaban más cerca de Dios que cuando gozaban de prosperidad, por medio de la cual casi siempre (tal es la depravación de nuestra naturaleza) nos volvemos excesivamente orgullosos e insolentes. Por esta razón, debemos ser controlados y domesticados por castigos; y este pensamiento suavizará la dureza de los castigos y nos hará menos preparados para evitarlos si creemos que son rentables para nosotros.

Derramaron una oración. La palabra hebrea לחש (lăchăsh) (179) significa un murmullo. Por lo tanto, esta palabra no debe tomarse como una oración pronunciada en palabras, (180) sino por lo que indica que el corazón está retorcido de dolor, como aquellos que son torturados por la angustia extrema, apenas pueden hablar o expresar los sentimientos de sus corazones. Por lo tanto, denota ese llamado a Dios que es sincero y libre de toda hipocresía; tales como los hombres apuntarán cuando, en una aflicción dolorosa, emitan gemidos como expresión de dolor intenso. En la prosperidad los hombres hablan con la boca abierta; pero cuando son abatidos por la adversidad, apenas se aventuran a murmurar y expresar sus sentimientos con el corazón y no con la lengua. De ahí surgen esos gemidos indecibles de los que habla Pablo. (Romanos 8:26.) Es en referencia a los piadosos, por lo tanto, que Pablo hace esta declaración, y para ellos esta doctrina debe ser limitada; para los hombres malvados, aunque el dolor les extorsiona algunas lamentaciones, se endurecen y se vuelven cada vez más obstinados y rebeldes.

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