22. Al día siguiente. Aquí el evangelista relata circunstancias de las cuales la multitud podría concluir que Cristo había cruzado por poder divino. Había habido solo una nave; lo ven desaparecer sin Cristo; Al día siguiente, los barcos provienen de otros lugares, por los cuales son transportados a Capernaum; y allí encuentran a Cristo. Se deduce que debe haber sido transmitido de manera milagrosa. Hay una complejidad y aparente confusión (ἀνακόλουθον) en las palabras, pero aún así el significado de ellas es bastante claro; porque, en el versículo 22, Juan dice que no había habido más que un barco, y que todos lo vieron abandonar la orilla y ese lugar, y que no tenía a Cristo como pasajero; y, en el versículo 23, agrega que los barcos vinieron de Tiberíades, por donde pasó la multitud, que se había quedado en la orilla, bloqueando, por así decirlo, cada salida, de que Cristo no podría escapar.

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