12. Y tomará un incensario lleno. Antes de llevar la sangre al santuario, (al sacerdote) se le ordena ofrecer incienso. Había, como hemos visto, un altar de incienso, sobre el cual lo quemaba el sacerdote, pero sin el velo; pero ahora se le ordena ir dentro del velo, para hacer (246) una ofrenda de incienso en el lugar santísimo. Pero vale la pena notar, se dice que la nube del incienso debería cubrir el propiciatorio, que el sacerdote no muera; porque con este signo se demostró cuán formidable es la majestad de Dios, cuya vista es fatal incluso para el sacerdote; que todos puedan aprender a temblar y postrarse como suplicantes ante Él; y nuevamente, que toda audacia y temeridad puedan ser reprimidas. Pero no está claro si mató juntos al becerro para él y la cabra para la gente, o si, después de haber rociado el santuario con su propia ofrenda, mató a la cabra por separado. De hecho, Moisés parece marcar este orden distinto en las palabras que usa; porque después de haber hablado de la primera aspersión, inmediatamente agrega: "Entonces matará a la cabra de la ofrenda por el pecado", pero como la narración de Moisés no siempre es consecutiva, y es un asunto de poca importancia, dejemos al lector elige lo que le plazca.

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