19. "A su aceptación". (294) Algunos de hecho traducen esto "a voluntad propia", pero el contexto lo prohíbe; porque Moisés a veces usa la palabra רצה, ratseh, que significa "aceptado", en el mismo sentido, y a veces רצון, ratson, que solo puede ser referido al favor de Dios, que comúnmente se llama su "buen placer". De nuevo, ya que aquí usa la palabra compuesta לרצנכם; leretsoncem, por lo que poco después agrega לרצון לכם, leretson lecem, donde declara que un sacrificio imperfecto no sería "para su aceptación", porque sería rechazado por Dios. La suma, por lo tanto, es que si desean que sus oblaciones sean aprobadas por Dios, deben tener cuidado de que no haya defectos en ellas. Aún así, si alguien opta por pensar que el favor gratuito de Dios se expresa con la palabra "buen placer", lo admito voluntariamente, ya que nuestros servicios solo complacen a Dios en la medida en que en su indulgencia paterna se dignó otorgarles el valor de que de ninguna manera son dignos. Sin embargo, mientras tanto, aprendamos que no debemos jugar con Dios, sino que Él debe ser tan adorado en integridad y sinceridad de corazón como para que nuestros sacrificios puedan corresponder con Su buen placer. Porque de ahí surge la profanación descuidada de su adoración, porque no consideramos suficientemente lo que se debe a su perfección. De hecho, es cierto que nada puede proceder de nosotros, lo cual es puro en todos los aspectos; pero al menos aspiremos a lo que nos conviene, y lamentémonos de que nuestros deseos estén muy lejos de su objetivo, para que Cristo pueda por Su gracia suplir lo que nos falta en los Estados Unidos, ya que es incuestionable que, siempre que nuestros sacrificios sean Frutos de la verdadera regeneración, Él lava sus imperfecciones con Su propia sangre.

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