1. Asimismo, esta es la ley. Acabo de confesar que no entiendo lo suficiente cómo estas dos palabras, חטאה, chateah, y אשם, asham, difieren entre sí; y por lo tanto, he seguido el sentido que comúnmente se recibe, y los llamé el pecado y la ofrenda por la transgresión (hostiam pro peccato vel pro delicto). Aunque en este segundo tipo de ofrenda ordena que se observe la misma ceremonia que en el anterior, sin embargo, menciona algunas cosas que antes había omitido, como la aspersión de sangre alrededor del altar, la ofrenda de grasa, riñones, etc., que no se habían expresado antes. La suma equivale a esto, que debían sacrificarse de la misma manera y con los mismos ritos por el pecado que por la transgresión, y no hacer la menor alteración en la regla establecida para ellos.

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