4. Y Moisés hizo lo que el Señor le ordenó Aunque estas cosas se relacionan con el sacerdocio, la autoridad y la naturaleza de las cuales expuse bajo el Segundo Mandamiento, por cuanto como son históricos, no sin razón pensé que era apropiado diferirlos hasta este lugar: porque, si me hubiera referido a ellos en relación con el Mandamiento, los lectores inexpertos no habrían notado fácilmente su tiempo. Sin embargo, esta distinción será de gran ayuda para ellos, ya que después de que se haya establecido la doctrina que estaba adecuadamente contenida en el Decálogo, ahora verán cuán fielmente Moisés cumplió lo que se le ordenó, y podrán comparar su obediencia con el mandato, como lo han hecho en toda la fabricación y dedicación del tabernáculo. Además, no hay duda de que la narrativa debe estar conectada de esta manera; porque puede deducirse fácilmente de muchos pasajes, que los sacerdotes fueron ungidos el mismo día que se consagró el tabernáculo. Ahora correré rápidamente a través de las palabras. Moisés dice que trajo a Aarón y a sus hijos, es decir, para ponerlos ante Dios y el pueblo; y luego que él "los lavó con agua", para manifestar que no trajeron de sus hogares la pureza que correspondía a la santidad de su cargo y, en la medida en que eran hombres, que no podían estar limpios ante Dios, a menos que su impureza fue lavada. Luego sigue una descripción de su vestimenta, que paso por alto, para no cansar a mis lectores repitiendo dos veces lo mismo.

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