13. No temas, Zacarías. La gloria de Dios, debe observarse, no es tan espantosa para los santos como para tragársela completamente con temor, pero solo para echarlos de una tonta confianza, para que puedan contemplarlo con humildad. Por lo tanto, tan pronto como Dios ha humillado el orgullo de la carne en los que creen en él, extiende su mano para levantarlos. Actúa de manera diferente hacia los reprobados; porque en cualquier momento son arrastrados ante el tribunal de Dios, se sienten abrumados por la desesperación absoluta y, por lo tanto, Dios recompensa con justicia sus delicias vanas, en las que se entregan a la intolerante antonness del pecado. Deberíamos, por lo tanto, aceptar este consuelo, con el cual el ángel calma a Zacarías, de que no tenemos motivos para temer, cuando Dios es amable con nosotros. Para ellos están muy equivocados quienes, para disfrutar de la paz, se esconden del rostro de Dios, mientras que debemos familiarizarnos con él y estar en paz, (Job 22:21.)

Se oye tu oración Zacarías puede parecer haber actuado de manera inapropiada e inconsistente con la naturaleza de su oficio, si, al entrar al Lugar Santo en nombre de todas las personas, rezaba como un hombre privado para poder obtener descendencia; porque, cuando el sacerdote tenía un carácter público, debía, en el olvido, por sí mismo, ofrecer oraciones por el bienestar general de la Iglesia. Si decimos que no había absurdo en Zacarías, después de realizar la parte principal de la oración, dedicando la segunda parte a meditaciones privadas sobre sí mismo, la respuesta no será sin peso. Pero es poco probable que Zacharias, en ese momento, rezara para obtener un hijo, del cual se había desesperado debido a la avanzada edad de su esposa; ni tampoco puede extraerse un momento preciso de las palabras del ángel. Lo interpreto, por lo tanto, simplemente que su oración fue escuchada por completo, la cual había derramado ante Dios por un largo período. Que el deseo de tener hijos, si no es excesivo, es consistente con la piedad y la santidad, puede ser recogido de la Escritura, que no le asigna el lugar más bajo entre las bendiciones de Dios.

Llamarás su nombre Juan. Creo que se le dio el nombre al Bautista para aumentar la autoridad de su oficio. יהוהנן, (1 Crónicas 3:15,) para el cual los griegos emplean ᾿Ιωάννης, significa en hebreo la gracia del Señor Muchos suponen que el hijo de Zacarías era así llamado, porque él era amado por Dios. Más bien creo que tenía la intención de recomendar no la gracia que Dios le otorgó como individuo privado, sino la gracia que su misión traería a todos. La fuerza y ​​el peso del nombre se incrementan por su fecha; porque fue antes de que naciera que Dios inscribió en él esta muestra de su favor.

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