Números 17:1

1. Y el Señor le habló a Moisés. Sin importar cuán tercos puedan ser los israelitas, aunque su dureza de corazón esté ahora sometida y su orgullo destruido, deberían haber reconocido la autoridad del sacerdocio y haberla sostenido perpetuamente en piadosa reverencia. Pero queda claro por la confirm... [ Seguir leyendo ]

Números 17:2

2. Habla a los hijos de Israel. Se equivocan al suponer que a las doce varas se agregó otra para la tribu de Leví; (103) porque, dado que no había dudas aquí sobre la posesión de la tierra, no había ninguna ocasión para la división de la tribu de José en dos partes. También sabemos que estaba dotad... [ Seguir leyendo ]

Números 17:4

4. Y los pondrás en el tabernáculo. El lugar en sí no tenía poco que ver con la decisión efectiva del asunto; porque se manifestó claramente que Dios era el autor del milagro y, en consecuencia, que el sacerdocio procedía de Él. Porque en otro lugar hemos dicho que todo el gobierno de la Iglesia de... [ Seguir leyendo ]

Números 17:5

5. Y sucederá que la vara del hombre. Aaron, de hecho, había sido elegido previamente; pero la expresión aquí se refiere a su manifestación; (105) porque se dice nuevamente que Dios elige a aquellos a quienes ha elegido por su consejo secreto, cuando los presenta a la vista de los hombres con su pe... [ Seguir leyendo ]

Números 17:8

8. Y sucedió que al día siguiente. No es sin causa que, se notifica el tiempo, ya que sin habilidad podría lograrse que una vara florezca en el lapso de una sola noche. Una vez más, toda sospecha de fraude fue eliminada por el hecho de que Moisés se fue cuando había colocado las barras en el santua... [ Seguir leyendo ]

Números 17:10

10. Y el Señor dijo a Moisés. Lo que Dios había prescrito con respecto a los incensarios, ahora ordena en cuanto a la vara, es decir, que debe ser preservada como un monumento para las edades futuras; porque los hombres son olvidadizos y lentos para considerar sus obras, y no solo así, sino porque... [ Seguir leyendo ]

Números 17:12

12. Y los hijos de Israel hablaron a Moisés. De hecho, era algo mejor alarmarse por la admiración del poder de Dios que como si lo hubieran despreciado en una estupidez brutal; pero hay un medio entre el sopor o la obstinación y la consternación. Es cierto que los creyentes tiemblan ante los juicio... [ Seguir leyendo ]

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