15. Ustedes son bendecidos por Jehová En el verso anterior, el profeta les había dado la esperanza de una felicidad ininterrumpida, que surge de los recursos infinitos de Dios que nunca fallan, aunque liberalmente y en gran medida él otorga, y de su nunca dejar de enriquecer a aquellos a quienes ha admitido como participantes de su generosidad. En confirmación de esta doctrina, declara que los hijos de Abraham fueron separados de otras naciones; para que, confiando en este privilegio, puedan rendirse sin vacilar y sin reservas a un padre tan benigno y generoso. Y como la carne, como consecuencia de su estupidez, no puede percibir el poder de Dios, cuya comprensión nos preserva en un estado de paz y seguridad bajo su protección, el profeta, al designarlo como el creador del cielo y la tierra, nos recuerda que no hay motivo para temer que no pueda defendernos; porque, habiendo creado el cielo y la tierra, ahora no se preocupa en el cielo, sino que toda la creación está bajo su control soberano.

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