Benditos sois de Jehová que hizo los cielos y la tierra.

Benditos sois del Señor que hizo los cielos y la tierra, en alusión a la bendición de Melquisedec sobre Abraham, el primer padre de Israel, el heredero de la bendición de Abraham, "Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor del cielo y de la tierra". Siendo el 'Hacedor del cielo y de la tierra', Él es infinitamente rico en poder para hacer a su pueblo "bendito", por muchos que sean sus problemas, y por fuertes que sean sus enemigos.

Por el contrario, "Los dioses que no hicieron los cielos y la tierra, ellos también desaparecerán de la tierra y de debajo de estos cielos".

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad