3. En el día en que te lloré, etc. Con frecuencia Dios impide nuestras oraciones y nos sorprende, por así decirlo, durmiendo: pero comúnmente nos agita hasta la oración por la influencia de su Espíritu, y esto para ilustrar su bondad más al descubrir que él corona nuestras oraciones con éxito. David infiere bien que su peligro de escape no podría haber sido simplemente fortuito, ya que parecía que Dios le había respondido. Esto es una cosa notable, que nuestras oraciones casi descubren su bondad para con nosotros. Algunos aportan un copulativo en la segunda parte del verso: me has aumentado, y en mi alma hay fortaleza. Pero esto no es necesario, ya que las palabras se leen lo suficientemente bien como están, ya sea que reproduzcamos el pasaje como lo he hecho anteriormente, o lo traduzcamos, me has multiplicado o aumentado con fuerza en mi alma. El sentido es que, desde un estado débil y afligido, había recibido una nueva fuerza en su espíritu. O tal vez algunos prefieran resolverlo así: Has multiplicado, es decir, bendíceme, de dónde viene la fuerza en mi alma.

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