20 ¿Tendrá comunión contigo el trono de las iniquidades? Nuevamente deriva un argumento de confianza de la naturaleza de Dios, siendo imposible que él muestre favor a los malvados o sancione sus dispositivos malvados. Con Dios como enemigo, ¿cómo podrían escapar de ser destruidos? Las palabras tienen mayor fuerza al ser lanzadas en forma de pregunta, para mostrar cuán completamente opuesto está todo pecado a la naturaleza divina. Se usa el término trono, porque aquellos contra quienes se presenta el presente cargo no eran ladrones o asesinos comunes, que son universalmente reconocidos como infames, sino tiranos que persiguieron al pueblo del Señor bajo el color de la ley. Estos, aunque ocupan el trono que ha sido consagrado a Dios, lo han manchado y contaminado con sus crímenes, y por lo tanto no tienen nada en común con él. El significado se resalta más claramente en la cláusula posterior del versículo, donde se declara que son personas completamente alejadas de Dios, que enmarcan el abuso sexual por ley o, como la palabra hebrea חק, chok, significa, decreto de ley u orden de estatuto. El salmista apunta a los jueces despilfarradores que, con el pretexto de seguir el estricto mandato, perpetran las peores especies de enormidades. Los jueces de este personaje abandonado, como sabemos, sin otra opinión que retener la posesión de un nombre engañoso para la integridad, inventan varias excusas para defender sus infames opresiones. El significado del salmista es evidente entonces; y es esto, tan honorable como un trono puede ser, en lo que respecta al nombre, deja de tener valor o estimación con Dios cuando es maltratado por hombres malvados; porque la iniquidad nunca puede encontrarse con su aprobación.

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