POR LA FE LOS HOMBRES SE VUELVEN HIJOS DE ABRAHAM Y HEREDAN SU BENDICIÓN, EN CUANTO LOS QUE LA RECLAMAN SOBRE EL PUNTAJE DE LA OBEDIENCIA A LA LEY, ESTÁN SUJETOS A LA MALDICIÓN DE UNA LEY QUEBRANTADA; DE LO CUAL CRISTO NOS REDIMIO, TANTO A GENTILES COMO A JUDIOS, CARGANDO EL MISMO LA MALDICION.

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Antiguo Testamento