μαρτυρίας : en lugar de μαρτύρων, no se ha hecho mención previa de testigos.

J. Weiss (en Meyer, octava edición) encuentra en esta sección una clara evidencia del uso de una fuente judeo-cristiana a partir de la correspondencia entre el relato que da de las preguntas hechas a Jesús y sus respuestas y las ideas judeo-cristianas sobre el mesianismo. Él concibe que estos han sido los siguientes: en su estado terrenal, Jesús no era el Mesías o el Hijo del Hombre; sólo un reclamante de estos honores.

Se convirtió en ambos en el estado de exaltación ( cf. Hechos 2:36 : “Dios lo ha hecho Señor y Cristo”). Él era el Hijo de Dios en el estado terrenal porque estaba consciente del amor peculiar de Dios y de una comisión mesiánica. Entonces aquí: Jesús se convertirá (ἔσται) Mesiánico Hijo del Hombre con gloria y poder (δόξα y δύναμις); Él es Hijo de Dios (ἐγώ εἰμι).

Desde este punto de vista, la filiación es inferior a la cristiandad. ¿Fue idea de Lk.? Por el contrario, evidentemente trata la cuestión de Cristo como una cuestión de importancia subordinada sobre la que apenas valía la pena debatir. La cuestión más amplia y amplia era la de la filiación, que, una vez resuelta, resolvía también la cuestión más estrecha. Si Hijo, entonces Cristo y más: no sólo el Mesías judío, sino Salvador del mundo. El relato del juicio sigue las mismas líneas que la genealogía, en la que la ascendencia davídica queda empequeñecida hasta la insignificancia por la ascendencia divina (υἱὸς... τοῦ θεοῦ).

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