τίς ἐστιν ἡ μήτηρ μου. Uno podría haber esperado que Jesús, por delicadeza, hubiera hablado sólo de sus hermanos, dejando inferir el alcance de la pregunta sobre su madre. Pero la mención de ella dio mayor énfasis a la verdad proclamada. La pregunta rechaza una interferencia bien intencionada pero ignorante del afecto natural con las demandas soberanas del deber. Revela un espíritu muy nervioso que fácilmente se confunde con un entusiasmo morboso.

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Antiguo Testamento