Ezequiel 42:1-14

CAPÍTULO 42.

LAS CÁMARAS DEL TEMPLO Y SUS MUROS LIMITADORES.

Ezequiel 42:1 . Y me sacó al atrio exterior, el camino hacia el norte, y me llevó a la cámara que está enfrente del lugar separado, y que está enfrente del edificio hacia el norte.

Ezequiel 42:2 . Delante de la longitud de cien codos (los, a saber, del lugar separado, mencionado en Ezequiel 41:13 ) estaba la puerta del norte, y la anchura de cincuenta codos (ocupando la mitad del espacio).

Ezequiel 42:3 . Frente a los veinte (es decir, probablemente los veinte codos de los que se habla en Ezequiel 41:10 ) que pertenecían al atrio interior, y frente al pavimento que pertenecía al atrio exterior, había galería sobre galería triple.

Ezequiel 42:4 . Y delante de la cámara había un camino de diez codos de ancho; hacia el interior (es decir, de la cámara) un camino de un codo: y sus puertas hacia el norte.

Ezequiel 42:5 . Y las cámaras superiores eran más cortas; porque las galerías les quitaron (habitación), por encima de las partes inferior y media del edificio.

Ezequiel 42:6 . Porque eran triples, pero no tenían columnas como las columnas de los atrios; por tanto, se estrechó más que la parte inferior y media del suelo.

Ezequiel 42:7 . Y el muro que estaba fuera frente a las cámaras, hacia el atrio exterior, delante de las cámaras, tenía una longitud de cincuenta codos.

Ezequiel 42:8 . Porque la longitud de las cámaras que pertenecían al atrio interior era de cincuenta codos; y he aquí, delante del templo había cien codos.

Ezequiel 42:9 . Y de debajo de estas cámaras estaba la entrada al oriente, cuando se llega a ellas desde el atrio exterior.

Ezequiel 42:10 . Las cámaras eran del espesor de la pared del atrio hacia el este, frente al lugar separado y frente al edificio.

Ezequiel 42:11 . Y el camino (o dirección) delante de ellos era como la apariencia de las cámaras que estaban en el lado norte, tan largo como ellos, tan ancho como ellos; y todas sus salidas, y conforme a sus planes, y conforme a sus puertas (todo fue hecho).

Ezequiel 42:12 . Y conforme a las puertas de las cámaras, que estaban hacia el sur, había una puerta en la cabecera del camino, el camino directamente delante del muro hacia el oriente, por donde se entra.

Ezequiel 42:13 . Y él me dijo: Los aposentos del norte y los aposentos del sur, que están delante del lugar separado, estas son las moradas sagradas, en las cuales los sacerdotes que se acercan al Señor comerán las cosas santísimas; allí pondrán las cosas santísimas, y la ofrenda de cereal, y la ofrenda por el pecado, y la ofrenda por la culpa; porque el lugar es santo.

Ezequiel 42:14 . Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo al atrio exterior; y allí pondrán las vestiduras con que ministran, porque son santas; se vestirán de otras vestiduras, y se acercarán a lo del pueblo.

ESTA parte de Ezequiel 42 se dedica a describir los aposentos, o cámaras, que estaban reservados para los sacerdotes oficiantes. Que este era su destino particular, se afirma expresamente en los dos últimos versículos. El objetivo y objeto de los edificios, por lo tanto, está definido con bastante precisión; eran para los sacerdotes, para que éstos pudieran en sus ministerios tratar con la debida solemnidad las cosas sagradas del Señor, y guardar amplia distinción entre lo santo y lo corrompido, lo divino y lo humano; de modo que la particularización aquí está en perfecto acuerdo con el gran diseño del profeta, al exhibir una comunidad restaurada y un culto purificado de las corrupciones que hasta entonces se habían adherido a ellos.

Y como antes (cap. Ezequiel 40:44-46 ) había hablado de aposentos en las puertas norte y sur del atrio interior para los sacerdotes oficiantes, parece muy necesario entender lo que aquí se dice de los mismos; el profeta simplemente regresa, después de haber visto y descrito lo que pertenecía al templo, para tomar una segunda y más exacta vista de estas cámaras sacerdotales.

Pero por qué debería decirse que están frente al lugar separado y el edificio que le pertenece en lugar del templo mismo ( Ezequiel 42:1-10 ), no aparece. En general, la descripción tampoco es de tal tipo que podamos esperar hacerla más inteligible para un lector inglés mediante observaciones prolongadas.

Parece imposible determinar claramente el patrón, sin hacer alteraciones considerables en el texto o llenar muchos espacios en blanco de la imaginación. Es suficiente para nosotros saber que el profeta vio en visión todas las provisiones subordinadas hechas que eran necesarias para el desempeño completo y eficiente de los deberes del sacerdocio. Obtuvo así para la Iglesia la seguridad de que el servicio de Dios todavía se realizaría de modo que contara con la perfecta aprobación de Dios. Por lo tanto, pasamos a los versículos finales, que dan las dimensiones del muro fronterizo.