Vigésimo Tercer Pasaje (cap. 11). El Plan de Dios en el Rechazo de Israel.

El apóstol ha probado en el cap. 9 que cuando Dios eligió a Israel, no perdió el derecho un día de tomar el curso más severo contra ellos, si fuere necesario. Luego ha mostrado en el cap. 10 que de hecho había un fundamento real y una necesidad moral para esta medida. Procede, finalmente, a establecer en el cap. 11 que fue tomada con la debida consideración a la posición de este pueblo, y dentro de los límites en los que debería servir a la salvación de la humanidad y la de Israel mismo.

Este capítulo abarca el desarrollo de dos ideas principales, y luego una conclusión. La primera idea es esta: El rechazo de Israel no es total, sino parcial ( Romanos 11:1-10 ). Tiene que ver sólo con la porción a la que se hace referencia en la demostración del derecho de Dios, dada en el cap. 9. La segunda: Este rechazo parcial aun no es eterno, sino temporal ( Romanos 11:11-32 ).

Porque después de que haya servido a los diversos fines que Dios tenía en vista al decretarlo, llegará a su fin, y toda la nación será restaurada, y con los gentiles se realizará la unidad final del reino de Dios. La conclusión es una mirada a todo este vasto plan de Dios, y la expresión del sentimiento de adoración que inspira la contemplación, Romanos 11:33-36 .

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