Entonces Daniel entró ... - Ya sea solo o por medio de algún amigo. Quizás todo lo que se quiere decir no es que él realmente entró en presencia del monarca, sino que fue al palacio, y por la interposición de algún alto oficial de la corte que tenía acceso al soberano, deseó que él le diera su tiempo, y que lo haría saber. Parecería, por Daniel 2:24, que la primera audiencia directa que tuvo con el rey fue después de que la cosa se le dio a conocer en una visión nocturna, y apenas coincidiría con los usos orientales establecidos que él debería ir de inmediato y sin ceremonias a la presencia real. Una petición, presentada a través de alguien que tenía acceso al rey, cumpliría con todas las circunstancias del caso.

Que le daría tiempo - No especificó "por qué" deseaba el tiempo, aunque la razón por la que lo hizo es bastante clara. Deseaba exponer el asunto ante Dios e involucrar a sus amigos en una sincera oración para que el sueño y la interpretación pudieran ser conocidos por él. Esta solicitud le fue concedida. Puede parecer notable, ya que a los caldeos no se les dio tiempo para que pudieran preguntar Daniel 2:8, que tal favor debería haber sido otorgado a Daniel, especialmente después de que la ejecución de la sentencia había comenzado; pero debemos recordar

(1) que el rey recordaría el favor que ya le había mostrado a Daniel por buenos motivos, y el hecho de que lo consideraba dotado de gran sabiduría, Daniel 1:19-2.

(2) Daniel no pidió, como hicieron los caldeos, que el rey contara el sueño antes de comprometerse a explicarlo, pero evidentemente propuso desarrollar todo el asunto.

(3) No podía sino pensarle al rey que Daniel aún no había sido consultado, y que era razonable que tuviera un juicio justo ahora, ya que parecía que estaba involucrado en la sentencia general.

(4) La ansiedad del rey por comprender el sueño era tan grande que estaba dispuesto a comprender "cualquier" esperanza para poder aliviar sus perplejidades; y

(5) No es inapropiado suponer que puede haber habido una influencia Divina en la mente de este monarca, haciéndolo 'dispuesto a hacer un acto de justicia tan simple como este, para que pueda ser visto y reconocido que el La mano de Dios estaba en todo el asunto.

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