El Predicador en este capítulo contempla el caso de las personas a quienes Dios les da riqueza, honor, éxito, hijos y larga vida, pero les niega la capacidad de disfrute, descanso, permanencia o satisfacción Eclesiastés 6:1. Entonces, ¿qué es bueno para el hombre, cuya suerte en la vida está tan completamente sujeta a la vanidad? Eclesiastés 6:10.

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