Estos dos versículos son una repetición de Jeremias 30:10, con esas ligeras variaciones que Jeremías siempre hace cuando se cita a sí mismo. La caída y restauración de Egipto han sido predichas; pero el profeta cierra con una palabra de exhortación a los muchos judíos errantes que habitaban allí. ¿Por qué deberían huir de su país y confiar en un poder pagano, en lugar de esforzarse por vivir de una manera digna del noble destino que era su verdadera gloria y fundamento de confianza?

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