Al norte de los moabitas se encontraba el país de los amonitas, una nación estrechamente aliada Génesis 19:37 que afirmaba que la tierra asignada a la tribu de Gad les había pertenecido originalmente Jueces 11:13. Parecen haber sido mucho menos civilizados que los moabitas, y poseían una sola fortaleza, Rabbah, que no se dedicaba a la agricultura, sino que deambulaba con sus rebaños por los desechos árabes. Sin embargo, cuando Tiglat-Pileser llevó cautivos a los habitantes de Galaad, los amonitas ocuparon gran parte de la tierra vacante, y muchos de ellos probablemente adoptaron una vida más estable; en este momento incluso poseían Hesbon, una vez la ciudad fronteriza entre Rubén y Gad. Es esta toma del territorio de Gad la que constituye el punto de partida de la predicción de Jeremías. Las profecías más antiguas contra Ammón son Amós 1:13; Sofonías 2:8.

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