Las ofrendas prescritas para el día de clausura de la Fiesta de los Tabernáculos eran las mismas que las señaladas para la Fiesta de las Trompetas y el Día de la Expiación. Las solemnidades del mes así terminado, como

Un todo, con los mismos sacrificios con que, tres semanas antes, se habían introducido; y el Día de la Expiación, aunque seguido por los regocijos de la Fiesta de los tabernáculos, dejó su huella en todo el mes.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad