Porque nuestra alma está inclinada hacia el polvo - Es decir, estamos sobrecargados de calamidad, de modo que nos hundimos en la tierra. La expresión es una que denota gran aflicción.

Nuestro vientre se adhiere a la tierra - Somos como animales que son propensos a la tierra y que no pueden elevarse. La alusión puede ser a los reptiles que no pueden mantenerse erguidos. La figura pretende denotar una gran postración y aflicción.

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