LA naturaleza general de esta epístola, en cuanto a la clase de escritura, es entre paréntesis u exhortatoria; que se toma de su fin y diseño. Y la exhortación propuesta es a la constancia y perseverancia en la fe del Señor Jesucristo y profesión del evangelio, contra tentaciones y persecuciones. Ambos tenían los hebreos que entrar en conflicto en su profesión; el de la propia iglesia-estado judaica; el otro de los miembros de la misma.

Sus tentaciones de retroceder y abandonar su profesión surgieron de la consideración de las ordenanzas de culto de la iglesia-estado judaica y mosaica, a las cuales fueron llamados a renunciar por el evangelio. La institución divina de ese estado, con su culto; la solemnidad del pacto sobre el cual fue establecido; la gloria de su sacerdocio, sacrificios y otras ordenanzas divinas (como Romanos 9:4 ), con su eficacia para ser aceptados por Dios; continuamente les fueron propuestos y presionados, para seducirlos y apartarlos del evangelio.

Y la prueba fue muy grande, después de que se puso de manifiesto la incongruencia de los dos estados. Esto dio ocasión a toda la parte doctrinal de la epístola, cuya exposición, por la gracia y asistencia divina, hemos pasado. Porque allí declarando la naturaleza, uso, fin y significado de todas las instituciones divinas bajo el antiguo testamento, y concediéndoles toda la gloria y eficacia que pudieran pretender, manifiestamente declara, de la Escritura misma, que el estado de la iglesia del evangelio, en su sumo sacerdote, sacrificio, pacto, adoración, privilegios y eficacia,es incomparablemente preferible a la del antiguo testamento; sí, que toda la excelencia y gloria de ese estado, y todo lo que le pertenecía, consistía únicamente en la representación que se hacía de la mayor gloria de Cristo y el evangelio, sin la cual no tenían ningún uso, y por lo tanto eran ruinosos o pernicioso en el que persistir.

Después de fijar sus mentes en la verdad, y armarlos contra las tentaciones a las que estaban continuamente expuestos, el apóstol procede al segundo medio por el cual su firmeza y constancia en la profesión del evangelio, a la cual los exhortó, ya estaba asaltado, y estaba todavía dispuesto a serlo con mayor fuerza y ​​furor; y esto fue por la oposición que les sobrevino, y las persecuciones de todo tipo que hicieron y estaban dispuestos a sufrir, por su fe en Cristo Jesús, con la profesión de la misma y la observancia del santo culto ordenado en el evangelio. Esto lo encontraron con los miembros obstinados de la iglesia judía, como lo hicieron con el otro del estado de esa iglesia misma.

El apóstol entra en un relato de esto al final del capítulo anterior; y además les declara la única forma y medio, de su parte, por el cual pueden ser preservados y mantenidos constantes en su profesión, a pesar de todos los males que puedan sobrevenirles en ella; y esto es solo por fe. De sus tentaciones fueron librados por la doctrina de la verdad; y de la oposición que se les hizo, por la fe en el ejercicio.

Pero siendo que eran cosas gravosas y espantosas que les iban a sobrevenir, que al final probablemente resultarían en sangre, o la pérdida de sus vidas, Hebreos 12:4 , era necesario saber qué es esta fe, y qué evidencia puede ser producida para probar que es capaz de efectuar esta gran obra de preservar las almas de los hombres en la profesión de la verdad bajo persecuciones sangrientas y destructivas.

Para cumplir y dar satisfacción a esta necesaria indagación, el apóstol en todo este capítulo se desvía para dar una descripción o declaración de fe en general, de donde es conveniente y conveniente producir ese efecto en la mente de los creyentes; como también, para confirmar con ejemplos, que anteriormente, aun desde el principio del mundo, había obrado efectos de la misma naturaleza, o aquellos que en grandeza y gloria eran paralelos a ella.

Y en esto aprovecha, según su método constante en esta epístola, para hacer una transición completa a la parte exhortatoria de la epístola, que da vida al todo; y para lo cual hizo provisión y alguna entrada, Hebreos 10:19 , como se ha declarado.

Y que este es el designio del apóstol, es evidente más allá de toda contradicción, en la inferencia que él hace de todo su discurso sobre esto, con la exhortación que presiona de él, al comienzo del próximo capítulo, versículos 1-3, “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe; el cual por el gozo puesto delante de él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Pues considerad a aquel que soportó tal contradicción de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis y desmayéis en vuestra mente”, etc. de su eficacia. El medio principal por el cual obra la fe en este caso, de encontrar las dificultades que se encuentran en el camino de la constancia en la profesión hasta el fin, es la paciencia preservando el alma del desfallecimiento y el cansancio. Esto lo había propuesto antes en el ejemplo de Abraham, Hebreos 6:15 ; de lo cual ver la exposición.

Siendo este el designio del apóstol, su ausencia ha causado diversas disputas entre los expositores y otros acerca de la naturaleza de la fe que justifica, de la cual no se habla aquí en absoluto. Porque el apóstol no trata en este lugar de la justificación, o de la fe como justificante, o de su interés en la justificación; sino de su eficacia y operación en los que estén justificados, con respecto a la constancia y perseverancia en su profesión, no obstante las dificultades con que tengan que luchar; del mismo modo que se trata de Santiago 2 .

Los casos que él escoge para este propósito, en una larga temporada y tramo de tiempo, aun desde el principio del mundo hasta el fin de la iglesia-estado bajo el antiguo testamento, alrededor del espacio de cuatro mil años, como hasta el la variedad de sus estaciones, la naturaleza distinta de los deberes y los efectos expresados ​​en ellos, con su influencia en su presente argumento y exhortación, Dios mediante, serán considerados en nuestro progreso.

Sólo esto podemos observar en general, que es sólo la fe la que, desde el principio del mundo, en todas las épocas, bajo todas las dispensaciones de la gracia divina, y todas las alteraciones en el estado de la iglesia y el culto, ha sido el único principio en la iglesia de vivir para Dios, de obtener las promesas, de heredar la vida eterna; y continúa siendo así hasta la consumación de todas las cosas. Porque el registro aquí de lo que ha hecho, es solo para evidenciar lo que aún continuará haciendo.

La fe puede hacer todas las cosas que pertenecen a la vida de Dios; y sin ella nada se puede hacer. La vida espiritual es por la fe, Gálatas 2:20 ; y victoria, 1 Juan 5:4 ; y perseverancia, 1 Pedro 1:5 ; y salvación, Efesios 2:8 ; 1 Pedro 1:9 : y así eran desde el principio.

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