Sonó la quinta trompeta y Juan vio caer una estrella sobre la tierra; ya él se le dio la llave del abismo. Esta estrella no es una estrella literal; esto también es simbolismo. Inmediatamente se aplica un pronombre personal a esa estrella; "a él" se le dio la llave. Esto indica que alguna personalidad estaba representada por esa estrella. Pudo haber sido algún ángel, o algún ministro de religión como el sumo sacerdote, o algún cuerpo de maestros religiosos que esparcieron incredulidad, herejías, falsos principios que arruinaron la moral de los hombres y la seguridad de la sociedad. ¡Cuán desastrosamente podría hacer esto el líder de la vida religiosa!

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