Mandar y enseñar ; enseñad a todos los hombres estas verdades, y ordenadles, de parte de Dios, que las crean y las obedezcan. Como las declaraciones de Dios son todas verdaderas, y sus mandamientos buenos, aquellos que tienen confianza en él trabajarán duro, y si es necesario sufrirán mucho para inducir a otros a creerle y obedecerle; sabiendo que esta es la voluntad de Dios, y que todo el que la cumpla será salvo.

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