Todos lo abandonaron y huyeron ; todos los discípulos, para que ellos no fueran tomados también. En tiempos de gran peligro, nuestra dependencia no puede ser depositada con seguridad en los hombres; ni siquiera en los hombres buenos. No pueden confiar en sí mismos. Sus buenas resoluciones pueden desvanecerse y morir su coraje. No hay dependencia segura sino en Dios.

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Antiguo Testamento