El barco con los discípulos en él, sacudido toda la noche por las olas y detenido por los vientos contrarios, es un emblema adecuado de la iglesia de Cristo en los días oscuros de oprobio y persecución. Pero el Salvador tiene su ojo siempre sobre ella, y cuando él venga en su ayuda por la mañana, su proceder será tranquilo y próspero.

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Antiguo Testamento