El viento cesó. - San Marcos agrega que “estaban asombrados por encima de toda medida” ante la repentina pausa. En su mayor parte, estas tormentas de montaña se extinguieron gradualmente y dejaron las olas agitadas. Aquí el viento cesó en un momento y cesó cuando su Señor entró en la barca. Y da una razón significativa para su asombro: “Porque no reflexionaron sobre los panes, porque su corazón estaba endurecido.

Este fue el análisis posterior que los discípulos hicieron de sus sentimientos esa noche. Si hubieran comprendido toda la energía creadora divina que implicaba el milagro de los panes, nada después, ni siquiera el caminar sobre las olas o el adormecimiento de la tormenta, les habría parecido sorprendente.

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