Aquí se da a entender que hasta ahora los hebreos habían sufrido junto con los egipcios. Pero ahora la exención de los hebreos de las plagas mostraría que era el Dios de los hebreos el que obraba en su favor, y no uno de los dioses de los egipcios como habían sugerido los magos ( Éxodo 8:19 ).

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