Sedequías su hijo Este era otro Sedequías. ¡Cuán pocas veces ha ido una corona en línea directa, de padre a hijo, como lo hizo aquí, durante diecisiete generaciones! Esta fue la recompensa de la piedad de David. Sobre el cautiverio, se interrumpió el descenso lineal, y la corona pasó de sobrino a tío, presagio de la salida de la gloria de esa casa.

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