Pero a mí no ha llamado a quien él conocía para que estuviera familiarizado con tu mente y con la mente de Dios en este asunto; y por lo tanto, su negligencia hacia mí aquí me da motivos para sospechar que esto se hace sin tu conocimiento. No se lo mostraste a tu siervoQuien, habiendo sido un instrumento para comunicarte el mensaje de Dios acerca de tu sucesor, podría razonablemente esperar que si hubieras cambiado de opinión, me lo habrías dado a conocer, como profeta del Señor y como alguien a quien has encontrado. fiel a ti. Insinúa que, en un asunto de tanta importancia, no podía creer que el rey actuaría sin su consejo, a quien solía consultar en otras ocasiones y que le había familiarizado con la mente de Dios con respecto a Salomón. Natán sabía que David no había dado órdenes sobre esto, pero consideró prudente presentar de esta manera una relación de lo que había hecho Adonías.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad