Esto se convirtió en pecado, ocasión de gran iniquidad, no sólo de idolatría, que se llama pecado en forma de eminencia; ni sólo del culto de los becerros, en el que pretendían adorar al Dios verdadero; pero también de la adoración de Baal, y del abandono total del Dios verdadero, y de toda clase de impiedad. La gente fue a adorar ante el hasta Dan que no se menciona aquí exclusivamente, porque también fueron a Beth-el, ( 1 Reyes 12:32;) pero por otras razones, ya sea porque la de Dan se hizo primero, la gente de esas partes había estado leudada durante mucho tiempo con la idolatría, o para mostrar la disposición y el celo del pueblo por los ídolos; que los que vivían en o cerca de Beth-el, no tenían paciencia para quedarse hasta que el becerro estuviera terminado, pero todos ellos se adelantaron para ir hasta Dan, que estaba en los límites más extremos de la tierra, para adorar un ídolo allí ; cuando se pensó demasiado para ellos ir a Jerusalén a adorar a Dios de la manera que él había prescrito. El lector observará fácilmente aquí, como ya hemos insinuado, que el pecado de Jeroboam y del pueblo no consistió en adorar a dioses extraños y falsos, sino en poner imágenes o representaciones del Dios verdadero y adorarlo bajo la semejanza de una forma corporal, que él mismo había prohibido expresamente, (Éxodo 20:4 ,) y había castigado severamente en el caso de Aarón; para que el pueblo no ofendiera por ignorancia, porque sus registros sagrados les informaban del terrible castigo que Dios había infligido antes por la misma ofensa, por lo que hizo evidente lo desagradable que era para él.

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