La palabra del Señor vino a Elías en el tercer año Nuestro Señor y Santiago dicen que la sequía continuó tres años y seis meses ( Lucas 4:25 ; Santiago 5:17 ;) ni contradicen lo que aquí se afirma: para, hay que recordar, que a medida que Egipto tenía por lo general sin lluvia, pero fue regada por el río Nilo, por lo que la tierra de Canaán tuvo generalmente ninguno, excepto dos veces al año, a la que llamaron la temprana y la última lluvia. El primero de ellos, llamado יורה, joree , quod terram quasi erudiat et informet ad producedam semen, porque , por así decirlo , instruyó y enseñó , es decir, preparó la tierra para producir la semilla., fue la lluvia otoñal, y cayó en el mes que responde a nuestro octubre. Este último se denominó מלקושׁ, malkosh , quasi collectionis pluvia, la lluvia de la cosecha y la recolección., porque, cerca del equinoccio de primavera, en el mes que corresponde a nuestra marcha, prepara el maíz para la cosecha, haciendo que las mazorcas se llenen y maduren. Ahora, al comienzo de la sequía, Acab muy probablemente podría atribuir la falta de lluvia a causas naturales; pero cuando, después de seis meses, ni la primera ni la tardía lluvia cayeron en su estación, comenzó a enojarse con Elías, como la causa de este juicio nacional; lo que lo obligó, por orden de Dios, a salvar su vida huyendo. Y a partir de ese momento se computan los tres años aquí mencionados; aunque desde el primer aviso que Elías le dio a Acab de esta calamidad que se aproximaba, hasta su expiración, fueron ciertamente tres años y medio. Durante el primero de los tres años aquí mencionados por el historiador, Elías estuvo junto al arroyo Querit, y los dos últimos en Sarepta;Diciendo: Ve y muéstrate a Acab No parece que ni el aumento milagroso de la provisión, ni la resurrección del niño muerto, hubieran hecho que Elías fuera notado en Sarepta, de lo contrario Acab lo habría descubierto fácilmente: pero ahora el habiéndose cumplido los días señalados para su ocultación, se le ordena que salga de su oscuridad y se presente al rey; en consecuencia, su aparición pronto se hizo tan pública como antes de que se acercara su jubilación. Enviaré lluvia sobre la tierraSegún tu palabra y en respuesta a tu oración. Debía familiarizar a Acab con la causa del juicio y aconsejarle que la eliminara; y con esa condición prometerle lluvia. Así Dios se cuidó de mantener el honor de su profeta, y en el juicio se acordó de la misericordia para con Israel, por causa de la santa descendencia que aún quedaba entre ellos, que sufrió esta calamidad común.

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