Levántate y come, porque el viaje es demasiado largo para ti por encima de tus fuerzas; ahora especialmente, cuando estés débil, cansado y ayunando. Dios sabe para qué nos diseña, aunque nosotros no; qué servicios, qué juicios; y cuidará de nosotros, cuando nosotros, por falta de previsión, no podamos por nosotros mismos, que seamos provistos para ellos con suficiente gracia. El que designe cuál será el viaje, avivará el barco en consecuencia.

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