Tú eres más justo que yo. Él reconoce ingeniosamente la integridad de David y su propia iniquidad. Si un hombre encuentra a su enemigo, ¿lo dejará ir? Es decir, ciertamente lo destruirá para salvarse a sí mismo. Tu comportamiento, por tanto, muestra que no tienes enemistad conmigo. Por tanto, el Señor te recompense bien, porque se creyó incapaz de recompensar un favor tan grande, ruega a Dios que lo recompense.

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