Con los siervos de tu señor Esto da a entender que los príncipes de los filisteos no confiarían en ellos, porque todavía los veían como súbditos de Saúl. David y sus hombres se levantaron temprano David entonces no sabía cuán necesario era esto para el alivio de su propia ciudad. Pero Dios lo sabía bien y lo envió allí en consecuencia. En cuántas ocasiones podemos decir: ¡ Lo que yo hago, tú no lo sabes ahora, pero lo sabrás en el futuro!

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